Me sumerjo en el mar de mi oscuridad,
en pos de tu rostro.
Amo la hora del día/noche,
pues encuentro en la luz ,
rastros de tu mirada.
Mi cuerpo es una pira a la hora de las aves.
No existe el descanso para el deseo.
Inquieta , envuelve y
sobresalta mi noche.
Cierro los ojos y mi vientre grita.
Deseo, añoro, desespero por tus ojos ,
Un roce, una
caricia .
Estallo y luces de bengala,
Iluminan mi cuerpo
,
queman mi piel ardiente,
brillantes más que las estrellas
de mi cielo,
que es mi cuerpo y
el tuyo galopando.
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