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jueves, 3 de julio de 2014

Esta mañana despierto azorada, el corazón oprimido.
No  es más el desaliento de mi yegua blanca , mi angustia.
Son las manchas, los de pasos de hollín, 
manchando mi piso .
Es el horror, enemiga conocida.
Maldita, apareces sin avisar.
Devoras  mi serena felicidad.
Por la noche, tomaste  por asalto mi cabeza.
Enredaste mis sueños, 
mis pensamientos son  cables anudados 
en la maraña de mi cerebro  ardiente.
 Imágenes dantescas paralizan mi cuerpo.
Oprimen el pecho, oscurecen mi alma.
Deletreo tu  nombre para exorcizar  el miedo 
tiznado en mi piel.
Lo escribo en papeles que quemo en el baño.
Aúllo a grandes voces.
Hincada, los brazos al cielo, clamo.
Grito al altísimo , 
chillo, grazno como un ave herida
Tomo una ducha,
 apuro la medicina.
La enfrento.  
Lucho cuerpo a cuerpo con el horror.
La empujo por la ventana. 
Cae al vacío.
Temblorosas mis manos, escribo.
Escribo, libero  el horror envuelto en mis  huesos
vestida de miedo, escribo
Escribo sobre sus ataques , 
así marchará, al menos por hoy, 
no enrollará mi mente ,
 ni seré más la presa fácil.
Mi  eterno enemigo, el horror 
maldito, mil veces ,maldito.

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