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domingo, 13 de julio de 2014

Cinco, tres, cuatro voces claman libertad al cielo.
Un grito desesperado 
una súplica humilde,
un ruego ,
  Manos amadas rodeando mi  cuello,
besando mis pechos.
Recorrer mis calles amadas con olor a orines.
ser la mujer que no teme a su marido.
Es todo lo que pido.

Cinco, tres, cuatro voces claman libertad al cielo.
Caminar ligera por mis malecones,
amar ardiente a quien,  encienda mi piel.
Es todo lo que pido.

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