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A Diana,

Zurce con hilo de pescar tus ojos
no es tiempo de lágrimas,
así  la aurora estallará
en  tu  cuerpo de yegua.
Corrrerás  en la carrera del domingo 
No importen los mordiscos,
los puñales, 
latigazos, coces
de los otros caballos.
A tu lado llueven clavos
hieren  tus patas,
se abrillanta el lomo.
Nada sientes, 
nada distrae
tu mirada  en la  meta.
Tus patas corren más veloces
que nunca
tus crines al viento.
los músculos como locomotoras.
La carrera es tuya, mi yegua
Tuya la victoria,
Campeona.
El público vitorea,
Se  pone en pie.

Pura Sangre claman
en ruido ensordecedor.
( Nadie sabe que tu alma 
en silencio llora ).