Vamos poeta, escribe, aún los puñales, escribe.
Versos luminosos, versos aterciopelados , escribe.
La claridad vive en tu pecho.
Escribe, aún  atisbes una tristeza extraña 
a la orilla de tu pecho.
Escribe poemas de caballos danzando en el cielo.
Las yeguas , de tan blancas azules ,
sus potros azules.
Escribe,  poemas de caballos,   galopando felices
 por la playa.
Alegres yeguas, potros pastando  en campos verdes 
intensos , estivales, interminables.
Los  caballos, las yeguas, los potros 
 la manada entera ebria  de brisa, 
sueñan  alas para volar.
Gigantescas  alas crecen en sus lomos
 se elevan ingrávidos   hacia el firmamento.
La luna sonríe coqueta a su  arribo
el sol guiña un ojo , ríe con sus nuevos amigos.
Los niños celebran las estrellas nuevas, 
los luceros, la constelación plena.
El cielo se rinde ante el brillo azul níveo
de aquellos fulgurantes luceros

El cosmos entero festeja  a la yegua blanca ,
que de tan blanca es azul, pues por su gracia
la manada de caballos se mudó al cielo.