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miércoles, 11 de junio de 2014

Nadie te dio vela en este entierro.
Eras ,y serás  querido por siempre.
Date por servido.
Jamás  evoco el pasado.
Es insano.
La  pasión, el amor encendido
se apagó como una  hoguera sin brazas
hace ya tanto,
 que no recuerdo.
No pretendas retroceder a un pasado épico,
cuando la chica fina de san isidro 
fugó con un actor de la victoria.
Te explico:
En aquella época , hasta el presente,
nadie  gobernó mis decisiones.
( Quizás mis impulsos.)
Si salí de  casa, 
fue por   propia voluntad.
Con coraje y el mundo por delante., 
 La justicia social no habitaba  mi casa.
 Salí a a conocer la cruda realidad de mi país.
Tú fuiste mi guía amorosa, mi preceptor.
Mi libertad es sagrada.
Costó sangre, soledad y desprecio.
Aguanté con los dientes apretados,
Las  miradas torvas, soporté.

 Mi  alma , la  entrego  por  convicción.
En cada  propósito, 
bulle en mi cuerpo 
la sangre ardiente
 enciende mi mente, mi actividad febril
A  manos abiertas , 
me consumo
 por alcanzar el sueño.

Nadie te dio vela en este entierro 
No sueñes  más con cielos estrellados, por favor.
Al menos, conmigo, no.

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