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domingo, 22 de junio de 2014

Entre las tinieblas,
arreo a mi yegua blanca, casi sin ruido 
Ella mansa se deja ensillar.
Rodeo su cuello fino  con el  collar de flores multicolores.
Quito los cascabeles, así no despierto a los caballos del establo.
Es inútil, ya despertaron .
A relinchos 
protestan  por la partida de la yegua blanca,
que de tan  blanca es azul .
Ellos nerviosos , la rodean a manera de cerco.
La yegua blanca , enamoró al sol,
e irradió rayos azules.
Nadie nunca presenció tantos colores en el cielo,
ni el brillo de la claridad  alegró  una mañana cualquiera.
 Las noches se iluminaban con sus bailes sobre  la luna.
Los niños de la hacienda  corren al establo a acariciar a mi yegua blanca. ( como si intuyeran algo )
ella, en su sitio
ensaya uno , dos pasos, de baile.
Al descubrila tan aderezada temen su partida.
Un coro de llanto se une al coro de relinchos.
Ella rígida se niega a avanzar.
Ama el amor que despierta  entre los seres humanos.
y entre los potros
Descubrir el mar , y enseñarles 
con atrevimiento la felicidad. 
Guarecerse de las tormentas
libres de miedo es su misión 
Linda mi yegua blanca, 
que de tan blanca 
es azul.

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