Nos vimos solo una vez entre la multitud.
Eras alto como un roble, tímido como un niño.
Partiste lejos y dejaste tus poemas
Desde entonces visitas mis sueños
Gobiernas mis pensamientos
Tu recuerdo alumbra mis días
Te evoco cuando troto
Cuando miro lánguida el mar.
Impregnaste tu fragancia en mi cuerpo
Al lado del pecho tatuaste tu nombre.
Devoro tus versos con la furia del amor.
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