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miércoles, 14 de noviembre de 2012

A veces amanezco gata, desamparada , frágil.
Torturada por  voces que martillan mi mente
Los cuervos malvados graznan en el oído
Y protejo mis poemas de sus picos.
Otros días, soy una leona fiera
Afronto la noche/día con valor
Poderosa declaro como propio el  territorio.
Lo  recorro como una reina a trancos  largos.
Nunca sé cuando amaneceré gata.
O leona, de erguido caminar. 

Solo ruego no aparezcan más los cuervos.
Cuando los divise, me llevaran una casa sin puertas.
Por un buen tiempo.

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