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miércoles, 21 de noviembre de 2012

El cielo es impenetrable a las cuatro de la mañana, ( la hora de los ladrones/ decía mi padre )
A las cinco es magenta y a las cinco y cuarto despierta la vida.
El bosque estalla en fragancias de mi niñez.
Jazmines, caballero de noche crecen silvestres entre las yerbas
Me embriago repaso  las conversaciones con mi madre en verano.
Las únicas calmas, y compartiendo nuestro común amor.
Nunca me regales un ramo de flores por más rojas carmesí.
Son cultivadas y nunca olerán como mis flores silvestres
Hoy no te encontré entre la tropa de corredores.
Soy tenaz en mis empeños y más si eres tú ,
Mi mulato inmenso como  un titán.
Mañana  treparé a tu espalda y correremos lejos,
Muy lejos  de nuestros mundos.

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