Hoy me abrí paso entre tinieblas
Troté hacia el malecón mojada de rocío.
Al llegar, el instante mágico del amanecer.
En el cielo juntos la luna y el sol.
Me atreví bajar a la playa
Escuché el canto eterno de las olas.
Las piedras chocando en la orilla.
La espuma bailando en el mar.
La enfermedad huyó muy lejos.
El brisa marina la espantó.
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