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domingo, 11 de noviembre de 2012

Dime qué hacer cuando la noche corree mis entrañas y
aparecen ante mis ojos los espantos de la angustia.
Esa malvada compañera que aparece sin invitación.
Aquella que acompaña mis días desde niña.
que come de a poquitos mi estómago.
Grito para ahuyentar el demonio de la locura
Salgo a mitad de la noche a correr como una posesa.
Debo acallar , matar , olvidar el dolor.
Y corro sin cesar hasta que el día estalla ante mis ojos.
El milagro del amanecer alivia mi herida

Maldita enfermedad que llega con el verano.
Maldita mil veces, por los inviernos apagados.
Es mi sino y contra él solo queda combatir.


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