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sábado, 3 de mayo de 2014


La noche en blanco.
sin tregua a la tortura.
Las heridas dilataron mis poros .
Las sábanas húmedas de sal.
Lloraba mi cuerpo, lloraba el alma.
Ellas eran mis niñas ,  
mis dos palomas,
Aquellos luceros  , dueños de mi cielo
mis avecillas espantadas partieron por siempre
de mis auroras. 

Qué será de mi princesa ,
de mi paloma niña
Hacia dónde huyeron ?

Muy lejos.
A donde no pueda hallarlas.
Jamás.

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