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domingo, 11 de mayo de 2014

Anda ,  enjuga  tus lágrimas
arranca en vano,   las heridas
aquellas,
  que  atravesaron el alma
de  tus niños.

Acaso no fuiste tú, la mujer libélula ?
Volabas por sobre sus sueños.
Un beso y marchabas 
a cambiar el mundo,
A estallar tu propia vida.
Volvías rota de tanta noche
 a marcharte otra vez hacia
otros rumbos , incesante,
febril.


No reclames por aquello que no entregaste.
Ni te atrevas a llorar.
Es tarde ya.


Largas ausencias, noches de bohemia ,
navidades sin luces ni paz.

La mamá no nació para ser madre.
Lo reconozco.
Ella estudiaba, trabajaba , quería cambiar el mundo , se enamoraba , se casaba, volvía a casa a curar de sus propias heridas, hacia otro nido
 hacia otra causa.
La ´poesía, el teatro, los estudios, la producción . los estudios, el amor fugaz eran primero. Como si el mundo se acabara en 24 horas. 
Vivir, soñar, actuar, escribir.
Tu propia vida egoísta y mezquina.

La ausencia los marcó.

Ellos te aman a su manera.
son nobles.
No esperes más.

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