Tantas veces me robaron.
Tantas veces las perdoné.
.
Día a día mentían, exigían,
me sangraban como las pulgas a los perros
hasta engordar.
Exprimieron hasta última gota.
Una vez, agotado el botín.
Me abandonaron en un desierto .
Sin pan ni abrigo.
Tantas veces me robaron.
Tantas veces las perdoné.
Ahora están donde merecen estar.
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