Vistas de página en total

jueves, 14 de marzo de 2013

Lo siento mucho,
esta tarde no cantaré al sol,
ni a las flores que rodean mi jardín.

Una herida parte mi alma.

Suele ocurrir a menudo,
Las aves negras se cuelan por la ventana.
Sus garras afiladas  envuelven,
apretan mi cuello hasta hacerme gritar de dolor.

Mañana habran partido.
Todo será otra vez feliz,
como siempre.

No hay comentarios: