Quien puede mandar en mi carne, en mi sangre sino yo.
Si mi piel late por otro ser
no miremos su color de piel
menos su sexo.
Bendigamos al amor en todo su esplendor,
pues el luminoso y sin mácula.
Quien puede atar mi piel a otra piel sin mi permiso
Prohibir el placer es monstrouso.
El deseo y placer son dos hermanos inseparables del amor.
Nadie impedirá que amemos.
menos que deseemos
cuando se quiera.
donde cada uno quiera.
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