La mañana estalla ante mis ojos.
Mi cuerpo grita emocionado.
Solo de recordar, revivo.
Me ofreciste tu rosa púrpura anhelante,
palpitando por un roce mío.
Piel suave de hembra ardiente.
Late mi vientre y llora miel.
Mi piel buscó otra piel para celebrar la vida.
Vibramos, gozamos ,
entregando a los sentidos un goze furioso.
Era tu piel un lienzo de seda a disfrutar.
Yo morí y revivi mil veces.
Vivir para esperar la noche.
La noche para saciarnos de amor
hembras hambrientas.
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