A Herlinda Arellano de Vargas, in memoriam
Se nos fue, Herlinda, se nos fue
con las primeras luces partió.
La brisa de la mañana vino a avisar.
Entre sueños escuchaba llorar a sus hijos,
a Marcelo, a la multitud que la supo amar.
Se marchó riendo alto como le gustaba,
soñando con su Acombamba añorada.
Se marchó luchando como siempre.
Bailando y celebrando.
Se nos fue, Herlinda, se nos fue
madre, abuela , amiga, esposa amada.
Menuda y alegre.
Nos dejó su risa,su amor.
Se nos fue un Domingo de Gloria.
Herlinda inolvidable.
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