Debo olvidar tus ojos y tus labios ,
seguir mi camino.
Yo, como esposa fiel
Tu, como el amante ,
que trastocó mi vida en luz,
y conocí una juventud nueva de tu boca.
Un sueño que termina.
Te arranco de cuajo,
Aún hiera el alma
Continúo mi vida,
un reguero de sangre
mancha mis pasos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario