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jueves, 2 de enero de 2014

Amor, recuerdas el  el tiempo aquél 
cuando éramos dos piratas sin buque, ni rumbo.
Gitanos, sin tribu, hambrientos de  amor ?
Nos reconocimos en las palmas de la manos
Construimos  nuestra propia carreta.
 Ya son    siete años recorriendo
 los recovecos del mundo,  
libres y ligeros,
las cabelleras al viento.
Acampamos en los desiertos solitarios,
en las playas,
tendidos  observamos  las estrellas en la oscuridad.
Son éstas quienes guían nuestros pasos,  
el rumbo a seguir.
Afortunados somos  los gitanos,
libres como ninguno,
viajeros impenitentes,
el viento nos acaricia el rostro por la noche.
Los pájaros pían al alba para iniciar el nuevo viaje.
A danzar y hacer suertes para ganar el pan.

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