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martes, 14 de mayo de 2013

Un denso humo negro invadió  mi casa  ayer.
Se filtró por las rendijas de la puerta, por las ventanas.
En segundos no pude ver más  nada .
  
Un denso humo negro invandió mi casa la tarde de ayer.
Invadió mi cuerpo, por mi sangre subió a la  cabeza.
Pronto  ardió como una tea.

Mi voz era fuego puro.

Desesperada clamé  a muchos  por ayuda.
Solo uno respondió.
Poeta y hermoso tenía que ser.
Amigo de los buenos.  

Un denso humo negro invandió mi mente.
En llamas, las ideas corrían desesperadas,
se escondían asustadas 
yo paralizada no pude defenderme.
El fuego consumió mi cuerpo, 
carbonizó mi mente , mi piel en carne viva.


Ojalá nunca vuelva a filtrase el denso humo negro .
Ni las llamas incendien mi mente.
Quemen mis  poemas, alejen a mis amigos.

La próxima vez marcharé por siempre a aquella casa sin ventanas.

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