Un denso humo negro invadió mi casa ayer.
Se filtró por las rendijas de la puerta, por las ventanas.
En segundos no pude ver más nada .
Un denso humo negro invandió mi casa la tarde de ayer.
Invadió mi cuerpo, por mi sangre subió a la cabeza.
Pronto ardió como una tea.
Mi voz era fuego puro.
Desesperada clamé a muchos por ayuda.
Solo uno respondió.
Poeta y hermoso tenía que ser.
Amigo de los buenos.
Un denso humo negro invandió mi mente.
En llamas, las ideas corrían desesperadas,
se escondían asustadas
yo paralizada no pude defenderme.
El fuego consumió mi cuerpo,
carbonizó mi mente , mi piel en carne viva.
Ojalá nunca vuelva a filtrase el denso humo negro .
Ni las llamas incendien mi mente.
Quemen mis poemas, alejen a mis amigos.
La próxima vez marcharé por siempre a aquella casa sin ventanas.
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