Quiero lavar mi piel y
por mis poros brota sangre.
Regueros , ríos, coágulos negros
ensucian mis piernas,
mis zapatos,
charcos oscuros,
ensucian la vereda de mi casa.
Grito, aúllo,
nadie escucha mi voz.
Un clamoroso silencio golpea mi rostro.
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