A Javier Diez Canseco,


El dolor  de una pérdida es un sentimiento profundo, 
si se trata de un ser grande , 
un hombre luchador , consecuente, 
abrazado a la causa de los desposeídos,
esa pérdida es irreparable.
Desde ayer, el Perú no es el mismo.
Las estrellas brillan en el cielo con más intensidad.
y el cielo se pinta de rojo.
Javier vivió y murió como un héroe.
Evoco los mítines, sus arengas.
Recuerdo también la casa de ricos donde naciste y dejaste
para vivir entre los más pobres de los pobres. 
Tu  lucha combativa  por los ideales de justicia social fue la razón de tu existencia.
Nunca bajaste la guardia .
Siempre apasionado y lúcido,.
Vivir  entregado a los demás es la más digna de las vidas.

Javier , no has dejado en la orfandad,
tu pueblo, aquél que amaste con el alma
llora lágrimas de sangre.

Bandera rojas flamean tu camino hacia  el cielo.
Nuestro respeto eterno al hombre consecuente, honesto.
Ay Javier si nacieran más hombres como tú..
Has dejado tu ejemplo a los más jóvenes.
Ellos seguiran tu camino.