Seco el salitre de mi cuerpo,
me aferro a un sueño desesperado:Ver el mar,
la cabellera al viento,
embriargarme de la brisa marina
libre y ligera
como cuando antes,
como cuando fuimos
el rey y la reina
de los comediantes.
Hace y tantos años,
y sigues prendido
de la basta de mi falda gitana.
como en aquella película
romaní.
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