Abro la boca y lanzo un grito
deseperado,
al viento,
hacia los montes.
Rebota en ellos,
y se escucha el clamor de mi alma
como lluvia en los valles.
Lo escucharás tú , mi amor?
Mi grito es doliente,
pues tu ausencia
es un cinturón de espinas
hiriendo mi cintura.
Me piden descansar.
Cómo escapar de tu ausencia,
un mar que me ahoga,
llena de salitre mi cuerpo,
y envena mi sangre.
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