Vistas de página en total

martes, 10 de febrero de 2015

Gotas de lluvia ácida  caen sobre mi cuerpo desnudo,
 horadan mi piel,
las articulaciones de filigrana,
los músculos.
Salpico agua fresca al tormento.
Rozan  mi piel,
y se convierten en clavos.
Traspasan  mi dermis, la epidermis,
mi alma.

Corro, huyo desesperada .
Enloquecida , pierdo el rumbo.

Los árboles gritan a mi paso :
No existe lugar para ti en esta tierra.

No hay comentarios: