Te busco entre tus poemas,
 ardo con ellos y te sueño, Poeta.
Poemas delicados, que encienden mi cuerpo,
con el vigor  de tus versos,
 que cuentan historias como sueños.
Me pregunto si tus manos serán tan virtuosas 
como tus poemas, y si
al acariciarme 
 mis pechos lloraran miel al  tacto de mis pezones,
y mis piernas temblarán de deseo,
y se  enrollaran contra  tu cuerpo , 
apretándolo contra el mío.

Te tengo en mi mente, Poeta, releo tus poemas,
y gozo en  cada verso 
Cada palabra es un don preciado,
 de cadencia sensual, de ritmo erótico,
como el  mismo acto de amor, Poeta mío.