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viernes, 14 de noviembre de 2014

Ahhh cuando llego a la casa de los locos, se arma la fiesta.
Somos todos una banda de dementes , tristes, agitados, solitarios , callados como tumbas, habladores sin cesar.
Lo importante es que nos respetamos, adivinamos quien ama el silencio y quien quiere juerga con coca cola helada.
Nos queremos mucho pues nadie nos quiere en nuestras casas,
menos en las calles
Entonces nos unimos en un abrazo ancho, cantamos a gritos,
 las penas se disuelven como gotas de llovizna

Todos los enfermos y sus enfermedades convivimos como una gran familia.
Si uno ríe, reímos todos y es como si un temblor de tierra moviera la casa , Si ella está triste, yo escribo un poema, que le pinta una sonrisa en el rostro. 
Yo me dedico a hacer ejercicio mañana tarde y noche, robo la llave y entro a mi gusto.
No conozco seres más puros, almas más blancos que mis hermanos, los locos.
Yo soy una demente grave, a mucha honra.
Aterrizo en la casa de mis hermanos , ora deshecha, ora en exceso feliz,
Si la vida aprieta mi cuello o cuando no quiero vivir más. 
En una semana soy un cascabel, una campanita enamorando locos.
Nadie disfruta tanto como, yo del amor de esa familia postiza.
Nadie es más dischosa que yo cuando creo que soy joven y visto como una chiquilla.
Extraño a mis hermanos. Solo ellos entienden mi pensar-
;Mis días no son alegres hace mucho.
Y escucho las voces y el resplandor de mi padre.
Creo que es hora de armar mi maleta .

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