Tus ojos eran el amor,
yo lo creía así.
Cuando el sereno me envuelve en la brisa marina,
recuerdo nítidos,
las callecitas, las quintas, los malecones de Barranco
que yo recorría a paso leve,
sonriendo.
Era feliz .
El horror llegó
como arriban los desastres naturales.
o la muerte.
Sin aviso.
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