Araño la cal de las paredes
así veo en sueños.
Ese es mi secreto para sobrevivir al encierro.
Y dormida ,he visto tus ojos,
tu piel tensada por mil cirugías plásticas ,costeadas
por la inocencia de unas niñas pobres entre las pobres.
Ese es tu inmundo pecado.
Y caerá la noche sobre ti, como una maldición,
y sobre tus hijas y descendientes,
hasta que aúlles clamando piedad.
No existe perdón para quien arrebata la inocencia,
arranca de raíz la niñez.
Abusa de la pobreza ajena.
Leí tu nombre en el atestado policial
del diario.
Sonreí satisfecha.
Caíste, Dandy narcisista,
pronto estarás bajo rejas.
Y sufrirás el escarnio del sexo, la humillación de servir,
como sirvieron aquellas muchachas a muchos policías
sebosos,
Y nadie extenderá una mano hacia ti.
Nadie, eso es seguro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario