Cuatro paredes me contienen.
No hay cielo azul para mi,
solo el sol de plomo
que derrite esperanzas.
Yo resisto el calor tórrido,
mi esperanza es incólume.
Refresco mi cuerpo en el río subterráneo,
secreto bajo la grava.
Nadie tiene ese privilegio.
Nadie cavó con tanto fervor las profundidades
de la tierra.
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