Tu mirada era el amor.
Colmaba mi espacio,
la mente,
mi alma entera eras tú.
Reinabas todopoderoso ,
hechizada cedía a tus encantos,
callaba los excesos,
cumplía tus caprichos
feliz y ciega.
Hace años no veo su mirada.
No quiero,
ni me atrevo
a afrontar el maligno hechizo otra vez.
Tanto amor para terminar herida de muerte,
las manos crispadas de odio
arrancaron cruel mi alma de cuajo,
grosero, la tragaste de un solo bocado,
como un verdadero animal.
Un millón de veces.
Un millón de veces.
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