Vistas de página en total

sábado, 20 de septiembre de 2014

Una herida cruza mi cara.
Es tu mirada fulminante 
la que horadó mi rostro.
Eras mi hija, mi niña añorada.
Regresaste envenenada de odio.
Después de lo ocurrido ayer noche,
rompiste el frágil lazo que nos ataba.
Te vi volando por el aire 
como un globo de helio.

No hay comentarios: