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lunes, 3 de marzo de 2014

2.3
Así como me atraen los barrancos, siento un placer intenso inenarrable al mirar hacia el mar en el pico más alto de esto, jugando con la suerte o el destino. Desafiar el destino con mi propia vida me hace sentir poderosa,  inmensa, fuerte. Pienso que soy capaz de caer y sortear las olas de una marea embravecida pues estoy físicamente en forma.
Busco lugares diferentes a los propios, gente que no sea sosa o común como la que me rodea , me encanta la magia de los barrios marginales, aquellos ocultos en las zonas residenciales como lunares negros , y voy a su encuentro.

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