Quiero regalarte una pipa de brisa marina.
Así recordarás la fragancia del mar,
el olor a arena mojada,
las gaviotas y su graznido.
La espuma blanca salpicando las olas.
Quizás te animes a ir a la playa.
Tus ojos no contestan .
Una herida profunda nos atraviesa.
Sangra mucho.
La remiendo, la escondo
donde nadie la vea.
De vuelta a casa, limpio ,
la sangre que nos salpica.
Si el dolor agobia como este verano ardiente
Escribo poemas tristes.
Escribo hasta que me duelen los dedos.
Escribo y recuerdo que estoy viva.
Entonces un ave se posa en mi ventana.
Es la esperanza.
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