Mil veces intentaron silenciar mis gritos
Cosieron las bastas de mis vestidos.
Eran muy cortos para una señorita.
Rasgaron mis poemas por obsenos.
Me internaron en un cuarto oscuro.
Continué gritando.
Mil veces intentaron silenciar mis gritos.
Me ducharon en agua fría.
Lloré a gritos y escapé del cuarto oscuro.
Huí de casa para no casarme .
Me casé con quien quise.
Gritaré cada vez que vea un niño sin pan.
Un monje tibetano inmolado por sus derechos.
Seguiré gritando hasta que la humanidad me calle.
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