Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una paloma mansa e indefensa.
Era buena , confiada y estúpida.
No sabía de la maldad humana.
Usaba mis gafas negras para no ver.
A mis espaldas, la gente se burlaba.
Hoy soy un águila poderosa.
De ojo avizor y garras afiladas.
Emprendí vuelo por encima de los techos.
Al escuchar mi poderoso aletear
Escuché voces asustadas clamando piedad.
Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una paloma mansa e indefensa.
El poderoso aletear del águila asusta.
Nadie se burlará más de mi.
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