Desnuda
tendida en mi cama
sueño 
contigo,
desconocido.
Serán tus dedos finos
sabios en caricias
tus manos colmarán  mis pechos?

Recuerdo tu olor.
El calor de tu cuerpo.
Tu mirada intensa.
Cuando llegue el momento,
huiré como una liebre 
o me entregaré salvaje
como la yegua que soy.

Cabalgaremos entonces
la tarde entera
gozando el amor
postergado.

Cuando partas
tu fragancia 
permanecerá 
en mi piel
por siempre.

Tan solo unas calles me separan de tu casa
Correría hasta el bosque y te abrazaría.
Pasearíamos como antes.
Reiríamos mucho
No tengo el valor de volar en pos de ti.

Tan solo unas calles me separan de tu casa.
No tengo el valor de volar en pos de ti.

Nuestros caminos están unidos por lazos
más fuertes que los sanguíneos.
Nuestra amistad es viva .
Respira en cada poro de la piel, 
en las carcajadas compartidas. 
Tantos años, muchas risas
lágrimas derramadas, penas
no se echan al olvido.

Cuando la marea baje.
nos sentaremos como antes,
 alrededor de una mesa
a celebrar  la vida.

Escribo al alba, vestida de rocío.
Por las tardes, cuando el sol cae.
El cielo es fuego puro.

Escribo con fiebre, 
la  nostalgia en el pecho
por la amiga que perdí.
Escribir que la quiero con el alma.
No quiero perder sus pasos más.

Corro por el bosque al amanecer.
Soy la primera en escuchar los trinos de las aves.
Respiro  el aire limpio de los árboles
De vuelta en mi casa, escribo poemas.
Simples o complejos,
buenos o malos.
Escribo, siempre escribo

Hoy amanecí enferma .
No  pude salir a trotar al bosque.
La fiebre arde en mi frente.
Escribo poemas
escribo,  siempre escribo.

Desnuda,
tendida a tu lado,
los días transcurren ligeros.
A pesar del calor, 
tomados de la mano
en silencio,
sabemos
que somos afortunados
de ser el uno para el otro.
un gesto,
una sonrisa,
son suficientes
para la felicidad.


A Leoncio

Las mujeres pintaron mi casa de negro.
Ensuciaron mi jardín.
Arrancaron de cuajo las flores.
Nadie supo más de ellas. 

Las mujeres pintaron de negro mi casa.
Sea sucio o sin flores, yo tengo un jardín.
Muchas aves me visitan cada día.

Aquellas mujeres jugaban juntas.
Llevaban las mejores galas.
Mi madre se las  regalaba
No valoraron nada

Eramos distintas,
no supe verlo así.

Aquellas mujeres jugaban juntas.
A mentir a robar a fingir

Ya no importa tanto.
Al final, les cayó la más dura de las manos.

Aquellas mujeres apedrearon las ventanas de mi casa
Eran casi de la familia.
Hermanas de crianza.
No es  importante  que robaran

Me pisotearon a su antojo , 
yo estaba enferma.
No pude defenderme.

Hoy no tengo hermanas de crianza.  
Gracias a ellas conocí la maldad.
Mañana les tocará a ellas.

Mi niña linda
me abrazarás al verme
y me miraras largamente con tus pupilas de cielo?
Te llevaré a los juegos del parque
A ese que tu llamas " el parque de mamama Pati "
Te sentaré en el columpio 
y te empujaré despacito,
luego muy fuerte y
nos reiremos a gritos. 
Comeremos muchos helados 
hasta hartarnos.
No importa si te ensucias la ropa 

Conmigo todo será una fiesta, Sofía

Nunca más habrá un adiós
y sí muchas bienvenidas.

Regreso como una gata perdida
a prenderme de su pecho,
lloro desconsolada.
Soy mala, muy mala
te  quise abandonar
mientras dormías.
Odio tu música 
las mismas canciones de Julio Iglesias
tarde, mañana y noche.
No me gusta que tomes pastillas
Y pienso que ya llega el lunes.

En fin, las parejas se molestan
Nosotros nunca discutimos.
Creo es que ese es el motivo.
Uno de estos días, 
subiré a la azotea
volaré por los cielos
y caeré pesada al piso.

Es una fantasía que me ronda.
No quiero llegar a extremos 
pero uno se cansa.

Y el aburrimiento no es buen consejero.

Tarde o temprano
el cuerpo se agota,
el alma se quiebra
Ahogas un grito
Huyes como una loca.
Caminas media cuadra
Te detienes
Meditas, 
Regresas con la cabeza gacha.
Piensas en dormir 
No ver ni sentir
este calor , 
el dolor y 
la soledad
insoportable
que carcome
las entrañas.

Despiertas
Nos miramos.
Leo tus ojos transparentes
Me rodeas con el brazo.
Sabes convencer.
Abrazados nos dormimos.

Nunca sabrás que me quise ir.

He pintado de azul las paredes de mi habitación.
Al despertar, creerás estar en la playa.
El blanco es un color triste.
Es para hospitales.
Nosotros imaginamos ,
Soñamos lo que deseamos.
Inventamos si no tenemos. 
Entonces, la felicitad es posible. 

El blanco es un color muy triste.
Me recuerda a la muerte.
No la conozco ,
la he visto  cerca.
O blancas son las paredes de las clínicas
donde te mandan a dormir
sin preguntarte.
Cuando no estás muy bien de la cabeza.

Pintaré hoy mismo de azul mi habitación.
Así soñaré con el mar.
Las olas y la brisa.

Planté buganvilias y jazmines
para alegrar las paredes de mi casa.
Hice  una pipa para hacer burbujas de brisa.

Veo tu rostro abatido
sin decir palabra.
Médicos que entran y salen.
Visitas a hospitales y clínicas
Movimiento incesante
mañana, tarde y noche.
Nada alivia tus males,
ni tu dolor. 
Y esa profunda tristeza 
que te carcome día a día.

Nos mata a ambos lentamente.

Descubrí por fin,
quien carcome mis entrañas
quien arranca con las uñas mi piel.
Soy yo.
Nadie más que yo,
quien imagina aves de rapiña
Quien las ve en su habitación
Escucha el aletear pavoroso de su plumaje
Y huye despavorida .
Hoy, dueña de mi ser
guardaré la daga escondida en mi cajón. 

No se lo digas a nadie.
me capturaran otra vez.

Aquí entre los jazmines y el jardín
disimulo la angustia,
el hoyo en la mitad del estómago que 
carcome de a pocos mis entrañas,
y como un reloj de pared
repite en mi mente 
un único pensamiento
tic tac imparable que repite
miedo, desamparo , desesperación.

Aquí entre los jazmines y el jardín
disimulo la angustia.
Pinto una sonrisa falsa.
Te llevo a pasear.

He plantado jazmines cerca de tu ventana.
Así cuando te asomes desde tu lecho,
te embriagarás  de  su  fragancia ,
Las  buganvilias rosadas y añiles
espantaran el dolor con sus colores pasteles.

He pedido brisa al cielo para los calores agobiantes.
Palomas que nos arrullen la siesta  con sus cantos.

Créeme amor, 
No extrañarás nada de tu vida pasada.

He plantado un jardín frente a mi casa.
Así llegaran bandadas de aves,
a comer migas de pan.

He plantado un jardín frente a mi casa,
Cuando llegue mi amiga del alma jugaremos
como cuando niñas. 
Ella era mi  hermana del alma.
Una noche partió lejos y se llevó mi corazón.

Ella cuando la llame con la brisa de la mañana.
Marchará con la ventisca de la tarde.

Así cada día la esperaré en el jardín frente a mi casa.

Grité enardeci desde que nací
Mis chillidos eran terribles.

Nadie comprendía mi llanto.

Hubo un tiempo que habité un cuarto oscuro.

Sola en el campo rodeado por montañas.

Me encerraron para castigar mi mala conducta.

Gritaba por las rendijas de la ventana.

Los montes devolvían el eco de  mi voz  bronca.

La  rebeldía no se puede callar.

Hoy libre, chillo cuando el amor me visita.

Cuando mi amado parte lejos.

Cuando veo un niño pobre

Grito de indignación.

Grito de impotencia

Seguiré protestando  tenaz hasta que el mundo me escuche.

He gritado,

He chillado con

furia enardecida desde la niñez.

He gritado de dolor , 

cuando me partieron el alma.,

Otras, de emoción y alegría,

con el teatro y el circo.

Hubo un tiempo que habité un cuarto oscuro.

Sola en el campo rodeado por montañas.

Me encerraron para someter mi mala conducta.

Gritaba por las rendijas de la ventana.

Cada día , cada hora.

Los montes devolvían el eco de  mi voz  bronca.

La  rebeldía no se puede callar.

Hoy libre, chillo cuando el amor me visita.

Cuando mi amado parte lejos.

Cuando veo un niño pobre

Grito de indignación.

Grito de impotencia

Seguiré protestando  tenaz hasta que el mundo me escuche.

Grité desde mi nacimiento , verdaderos chillidos
cada vez que algo  me subleva, alcé mi voz
Me bañaban en agua fría,
Me encerraban  
en un cuarto oscuro 
 yo gritaba.

Gritaré cada vez que una injusticia me rebele.
Un amor parta mi cuerpo.
estrellas fugaces  iluminen el cielo.
Gritaré cuando tenga ganas, 
Relincharé como una yegua libre,
 indómita, salvaje , de coces al suelo,
muy alto remontando el cielo.
Relincharé en dos patas
como la yegua blanca , 
que de tan blanca es azul ,
cuando quieren cercar su paso.

Desnuda  en mi cama
no puedo borrar tu imagen
de mi mente,
de mi cuerpo cálido,
Mi ser entero clama por ti. 

Toma mis montes con tus manos anchas.
Baja hasta mis piernas
Y cuando sientas el canto de mi cuerpo,
Acaricia lento mis piernas 
Bebe el elixir dorado de mis humedales.
Unamos nuestras voces en la sinfonía del amor.
Luego,
Galopemos juntos hacia la playa
Y entremos al mar.  
Qué placer más intenso que gozar del amor.
Las olas reventando de espuma en nuestros rostros. 
El sol brillando rotundo.  

He rodeado mi casa de muros de concreto.
Cultivo un pequeño jardín. 

Juego allí  con aquella amiga de la infancia
que marchó muy  lejos,
y me visita para jugar.
Reímos mucho , como cuando niñas. 
Viene con la brisa de la mañana
Con el viento se va.
Nadie la ve.

He rodeado mi casa de muros de concreto.
Cultivo un pequeño jardín con flores.

He rodeado mi casa de un muro de concreto.
Nadie puede ver el interior.
Escondo muchos secretos
Dolores inconfesables.
Cuando  mis heridas sangran y manchan el piso
subo a la azotea a mirar el cielo azul.
Es mi único placer.

He rodeado mi casa con un muro de concreto.
Nadie puede ver el interior. 

Mil veces intentaron silenciar mis gritos
Cosieron las bastas de mis vestidos.
Eran muy cortos para una señorita.
Rasgaron mis poemas por obsenos.
Me internaron en un cuarto oscuro. 
Continué gritando.

Mil veces intentaron silenciar mis gritos.
Me ducharon en agua fría.
Lloré a gritos y escapé del cuarto oscuro.
Huí de casa para no casarme .
Me casé con quien quise.

Gritaré cada vez que vea un niño sin pan.
Un monje tibetano inmolado por sus derechos.
Seguiré gritando hasta que la humanidad me calle.

Ellos  creen ser  seres iluminados
Oráculos , visionarios, 
Los empresarios  siempre ganan.
Los poetas solo soñamos.

Yo soy solo una aprendiz.
Carezco de malicia. 
Soy ingenua hasta la estupidez.
Creo en las señales del cielo
- Ay mamá , tú crees que todos son como tú -
me reprocha mi hija -
Pues confío en las personas.
En las revoluciones del mundo.
La igualdad entre los seres. 
Mi  mayor ambición que escribir un buen poema.


Todos creen ser seres iluminados
Oráculos, visionarios.
Los empresarios siempre ganan.
Los poetas solo soñamos.

Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una paloma mansa e indefensa.
Era buena , confiada y  estúpida.
No sabía de la maldad humana.
Usaba  mis gafas negras para no ver. 
A  mis espaldas, la gente se burlaba.

Hoy soy un águila poderosa.
De ojo avizor y garras afiladas.
Emprendí  vuelo por encima de los techos.  
Al escuchar mi poderoso aletear
Escuché voces  asustadas clamando piedad.

Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una  paloma mansa e indefensa.
El poderoso aletear del águila asusta.
Nadie se burlará  más de mi.

Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una mansa paloma.
Me traicionaron los amados , lo más cercanos.
y los extraños.
Hoy soy un águila despiadada.
Vuelo por sobre  la miseria humana.

Tantas veces me lo advirtieron.
Yo era una mansa paloma.
Hoy soy un águila despiadada.
Desde las alturas no se ve la carroña.

Hoy perdí mis dos tesoros 
Yo los quería a morir.
Me insultaron con palabras de grueso calibre.
Devoraron los restos de mi corazón.
Camino con un hoyo grande en el pecho.

Hoy perdí mis dos tesoros.
Yo los quería  a morir.
Duelen mucho las traiciones.

Eran mis hijos, los dos tesoros.
Yo los quería a morir.
Desde esta mañana los olvidé.

La muchedumbre de mujeres y hombres pintaron de negro mi casa.
Nadie había muerto.
Clamaban por mi alma, mi nombre, lo poco que tengo.
Eran aquellos que alguna vez me enseñaron a jugar la ronda y a reír.
Con el único ojo que me queda
No los reconocí.

La muchedumbre de mujeres y hombres pintaron de negro mi casa.
Nadie había muerto.
hice huir a esos malvados.
Con el único ojo que me queda,
derramé una lágrima.

Huye,  mi amor, antes que ya no pueda resistir
el calor de mi cuerpo cerca al tuyo.
La luz de tu mirada inundando la mañana. 
Temo perder mi nombre, mi casa,
con cada caricia de tus dedos finos.
Te adivino:
rodearás mi cuello ,
Resbalarás hasta mis montes rotundos, 
ansiosos de tus manos y 
y cuando mi cuerpo inicie sus primeros cantos,
beberás mi néctar hasta mi locura.
Entonces  no seré más yo.
Me convertiré en tu yegua de grupa briosa. 
Tomarás mis crines como riendas .
Fugaremos lejos , 
 A bordar pasiones .
Soñaremos la tarde entera 
Pues ambos sabemos   
que nunca serás mío.
y que yo no seré tuya.
Pues los poetas como tú
son amados por sus musas
y sus poetas. 

Una muchedumbre de mujeres atacó hoy mi casa.
La apedrearon.
Pintaron de rojo las paredes blancas.
Eran aquellas que alguna vez me criaron.
No las reconocí.
Reclamaban algo que ya no les pertenece.
Mi nombre, el alma , mi vida entera

Una muchedumbre de mujeres atacó hoy mi casa.
La apedrearon con furia.
Pintaron de colores las paredes blancas.
Entre lágrimas las hice huir.

Tres metros de ancho tiene el muro que rodea mi casa.
Altas rejas de hierro la protegen  de mis enemigos.
Aves de rapiña enviadas por gente mala.
Devoraron la mitad de mi corazón, y me arrancaron un ojo.
Sin embargo, desde mi azotea disfruto el azul radiante del cielo.

Tres metros de ancho tiene el muro que rodea mi casa.
Altas rejas de hierro la protegen de mis enemigos.
Desde mi azotea disfruto el azul radiante del cielo.

He plantado enredaderas de púas alrededor de mi casa.
Es una trampa contra  las aves de rapiña .
Cuando escuche el poderoso aletear de sus alas
Miraré con mi único ojo  por la ventana,
Atrapadas y vencidas,
Graznando adoloridas.


He plantado enredaderas de púas alrededor de mi casa.
Es una trampa contra las aves de rapiña.
Pronto se liberaran.
Volverán por mi.

En cuclillas, espero el aletear furioso de las aves.
Una daga escondo entre las piernas.

Se inicia la lucha encarnizada.
Ataco las cuencas los ojos .
Ave por ave arranco picos, alas. 
Ciegas y locas de dolor  chocan contra las paredes.
Una vez en el suelo, asesestó el cuchillazo final.
Un reguero de sangre mancha mi piso.

En cuclillas, espero el aletear furiosos de las aves.
Una daga escondo entre las piernas.

Mañana volveran por mi.

He tapiado las ventanas y la puerta de mi casa.
Así no entraran las aves de rapiña..
Escucho  muy cerca el batir poderoso  de sus alas.

Las siento cerca .
Me aterrorizan
He tapiado las ventana y la puerta  de mi casa.
Escucho muy cerca el batir poderoso de sus alas.
Las escucho cerca.
Me aterrorizan.
Debo huir lejos.

No veo el sol hace ya mucho.
Es duro caminar con un hoyo en el pecho.
Hordas de aves negras devoraron mi corazón.
Luché de igual a igual con ellas.
Las espantaba con la almohada, las golpeaba.
Mordieron mis manos hasta herirlas.
Una cicatriz es todo mi cuerpo.

No veo el sol hace ya mucho.
Es duro caminar con un hoyo en el pecho.
Cansa mucho.

No veo el sol hace ya mucho.
Es duro caminar con un hoyo en el pecho.
Cansa mucho.

Hordas de aves devoraron mi corazón.
Luché con ellas de igual  a igual.

Hirieron mis manos con sus picos.

No veo el sol hace ya mucho.
Es duro caminar con un hoyo en el pecho.
Cansa mucho.

Tengo miedo de tenerte cerca.
Tu  luz  ciegue mis ojos.
Los hipnotize y  yo 
Olvide mi nombre,
mi calle, los poemas, y
Me entregue a ti  con la intensidad furiosa
de mi cuerpo de yegua.

Tu aroma impregne mi piel por siempre.
Cuando partas lejos,

Seré la sirena clamando en vano.
Maldición eterna 
por mi amor prohibido.

El ataque de las aves fue sorpresivo.
No pude defenderme.
Sus picos devoraron mi corazón.
Hoy camino con un hoyo en el pecho.

Bandadas de aves negras  vuelan sobre mis sueños.
Devoraron  mis entrañas.
Hoy vienen por las cuencas de mis ojos.
Agito feroz las sábanas.
Las espanto.
Ardua tarea librarme de sus  ataques.

Bandadas de aves vuelan sobre mis sueños.
Devoraron mis entrañas.
Sé que mañana volveran.

xxxxx

Aves de rapiña se entran por mi  ventana.
Vuelan hacia la cuencas de mis ojos.
Las espanto con manos desesperadas. 
Bajan hacia las entrañas.
Las devoran con fruición.
Un reguero de sangre mancha el piso.

Aves de rapiña entran por mi ventana.
Vuelan hacia las cuencas de mis ojos.

Espío tu sueño.
Capturo el instante de tu despertar.
Tus ojos castaños sonrien.


Hoy quiero regalarte un sábado hermoso
Demostrar que la felicidad es posible,
aún el calor agobie
los dolores torturen. 
La enfermedad no ceda.
Debemos  celebrar el privilegio
del  amor inquebrantable.
La risa , la  libertad, la poesía
y tú y yo juntos.
para festejar la vida.

Ven, acúrrucate conmigo.
Sé mi niño bueno.
Cúentame ese sueño malo.
Te hablaré del mar.
De las olas, la brisa y la espuma.
Duerme , nada nos apura.
Hoy es sábado.
Debemos hacer lo que nos venga en gana.

Solo necesito tu sonrisa fugaz
una leve caricia,
la chispa de tus ojos.
para seguir mi camino
la noche entera.

Desnuda ante el espejo
observo mis ojos.
Cuantas imágenes superpuestas.
Historias felices de alegría extrema
brillan en  mis pupilas.
Otras terribles apagan mi mirada.
Nada importa ya.
Serena y libre,  mis ojos sonrien al mundo.
Mañana no sé.
Nunca se sabe conmigo.

Desnuda ante el espejo
observo mis heridas de guerra.
Siento orgullo por cada una de ellas.
Son feas , si me descubro
pero solo yo, 
conozco la historia de cada una.
Paso el dedo sobre una cicatriz.
Es la caricia de una guerrera a su victoria.

 

Me prometí no escribir poemas este domingo.
Día largo, pesado y  nublado .
De luto profundo en el alma.
Sin embargo veo a otros salir raudos y felices
Abandonan la ciudad a mil por hora.
Entonces pienso  que el mundo  olvidó invitarme  a la fiesta.
Quedé sentada esperando por la pareja de baile que nunca llegó.

A Lucho Labarthe, in memoriam

Nunca estarás sola, Anita :
Cuando las olas  revienten 
y la espuma moje tus pies
será  él, quien te acaricie.
Si la marea esta movida
su vaivén traerá su risa.
Un golpe de viento en tu ventana.
sera su saludo cada mañana.
El está en la brisa, en la mar,
En los acantilados por donde paseaban, 
Qué amor tan profundo y breve.
No tengo palabras para consolarte , prima mía.
Como diría el poeta, tanto amor y no poder hacer nada. 

Existen partidas de seres especiales
risueños como las gaviotas
marinos como la sal y la arena. 
Aquellas almas no deben irse nunca.
Amaste la vida como pocos.
Tu risa resuena aún en la playa amada.
Te fuiste entre sueños y brisa, amigo.
Tu espíritu festivo vivirá por siempre.

xxxx

Te construiré una pipa de fragancia marina.
Así no extrañarás el vaivén de las olas
la espuma blanca  al reventar 
el olor a arena húmeda.
Pintaré de azul intenso la habitación
límpida como un cielo de verano.
Y yo  seré  tu sol.
Radiante, ardiente, tórrida
así como te gusta .
Mi risa resonará hasta la calle como las piedras con la mar
Mi sonrisa será una luna plateada por  las noches.
Juntos sobreviviremos a este naufragio.
Sin destrozos que lamentar.
Te lo prometo.

Quiero regalarte una pipa de  brisa marina.
Así recordarás  la fragancia del mar,
el olor a arena mojada,
las gaviotas y su graznido.
La espuma blanca salpicando las olas.
Quizás te animes a ir a la playa.
Tus ojos  no  contestan .
Una herida profunda nos atraviesa.
Sangra mucho.
La remiendo, la escondo
donde nadie la vea.
De vuelta a casa,  limpio ,
la sangre que nos salpica.
Si el dolor agobia como este verano ardiente
Escribo poemas tristes.
Escribo hasta que me duelen los dedos.
Escribo y recuerdo que estoy viva.
Entonces un ave se posa en mi ventana.
Es la esperanza.