El aroma fue el principio
y el final
la pasión arrebatadora
la búsqueda incesante
desesperada,
la ansiedad
ir en pos
el instante
tras ese placer fugaz
la embriaguez plena
de los sentidos,
Aquél late, palpita, se retuerce
vive en la mente
el alma , la piel.
Arrebata, desespera
el corazón, la humanidad
tu osamenta.
Clamas a Dios, al cielo
a las divinidades,
los amores nuestros
por el aroma, la fragancia, el perfume.
Las copas de los árboles
cuando el viento las mece
es el aroma, la fragancia, el perfume.
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