Invisible a los ojos humanos,
sobrevuelo la ciudad, sus calles sucias,
aquellos lugares donde aprendí a amar,
donde viven las personas de bien y de mal.
Ya no pertenezco a esa ciudad .
Vivo hace mucho en el lado oculto,
tras matas y arbustos,
libre de ataduras y horarios
dedicada a escribir y a leer,
a las fragancias y los aromas de los arbustos
a los misterios de sus perfumes y a sus deleites.
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