¿ Mis ojos, ciegos de cielos que no amanecen,
de flores orilladas en los pantanos.
Qué ocurrió con las dulces mañanas en el islote,
con las tardes con olor a mar y brea de galeote,
varados en la playa?.
No los veo, mis sentidos enmudecieron por tanta belleza.
Mi piel desnuda , las otras pieles
no nos deseamos más con ese furor animal.
El deseo aplacado, los sentidos a la mano
es extinguir el natural instinto cazador del ser.
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