Desnuda frente al espejo
me descubro :
soy una higuera,
de frutos apetitosos,
cubierta por lienzos de seda,
La mano de una sierva peina mi larga cabellera
Más, en mi interior,
un alma en llamaradas
grita, clama por libertad
tan esquiva , ajena ,
tan mía,
y arrebata de un plumazo.
Me consuela escuchar el rumoroso
río subterráneo que discurre bajo mis pies.
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