Desnuda, rociada por la espuma, caminas por la orilla.
Nadie conoce tu nombre ni tu origen.
Una mujer de cierta edad, dueña de sus caminos.
Quien diría , que al fin lograrías tu sueño:
Vivir lejos de los habitantes y sus murmuraciones,
Libre, mujer de amar a tu amada y al efebo.
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