Toma mis montes
La piel más sensible de mi cuerpo
Disfrútalos como quien muerde
una fruta madura.
Recorre lento mis accidentes.
Acaricia mi piel erizada
Deseo tanto regalarte mis senos.
Colma tus manos con ellos.
Gotas de miel corren por mis muslos.
Cabalgaremos la tarde hasta las estrellas
Tornaremos rojo el cielo gris.
Los días no serán más una sucesión de horas.
Nuestras vidas serán un canto al placer.
Te lo prometo.
Poeta de mirada guerrillera.
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