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lunes, 14 de enero de 2013

Lima es, desde su creación  una ciudad divida. 
Desde la colonización, se construyeron muros para separar a  pobres de ricos.
 Con la república , la ciudad creció y se derribaron los muros..
 La división de clases se agudizó con la industrialización. Los obreros explotados, los mineros fueron los primeros en organizarse políticamente. 
 La sociedad peruana  heredó  de la española el prejuicio. Todo lo peor de esa cultura  " Mirar de arriba hacia abajo " al prójimo,  práctica usual en la gente de alcurnia . Una manera efectiva de demostrar " superioridad " 


Luego de una cruenta guerra interna en los 80, surge una nueva clase  . La clase emergente, comerciantes mayoristas. Vendedores  de ascendencia andina que con sudor y a punta de madrugadas  lograron un poder  adquisitivo mayor que cualquier empresario de tez blanca y modales finos. Estos,ante la explosión de los nuevos ricos de tez oscura y rasgos andinos, asustados  se escondieron en exclusivas playas privadas, y claro , suburbios exclusivos.
Lamentablemente, esta nueva generación de ricos no entendió que la educación también es un valor.  Trabajan hasta morir pero no entienden de cultura. La desprecian.
Soy limeña y trabajé mucho para comprar mi segundo departamento. Este  era un sueño.  Estaba ubicado frente al mar. Las  alfombras eran en tonos blancos y los muebles marfil. Esta propiedad  duró lo que se  tardó  mi segundo esposo en recaer en drogas. 
No contaré nada sobre el dolor que sentí al verlo dispar dos balazos.
La mano que me acariciaba una semana antes, empuñaba un arma con intensiones serias de mandarme al infierno.
Por suerte me salvó el portero.

Pasé 6 años en una institución mental curando el susto y el dolor. Cambié de religión y en un culto cristiano  rencontré un hombre maravilloso, con el cual me escapé. Contraviniendo las normas de mi nuevo credo.
Está demás decir que Leoncio, mi salvador y actual esposo ( ya es el tercero ) pertenece a la más rancia aristocracia( si es que en el Perú existió alguna vez ). Vivimos juntos muchos años y nos casamos por fin  juntando dos familias  " de sociedad "

Tanto mi esposo como yo, odiamos todo lo que signifique la palabra socialité , ropa cara, marcas , en fin : frivolidad. Yo tengo un pasado y presente izquierdista y él es una persona que no se hace problemas con nada.


El está enfermo ahora y yo soy poeta. 
Con ahorros y una herencia  de mi madre , compré dos lindos departamento en San Isidro. Yo nací y he pasado mis mejores años en este hermoso y bien cuidado distrito. Mi hermana , mujer de negocios, consideró muy buena inversión comprar dos departamentos para renta en este  distrito elegante.

Yo me enamoré del gimnasio del edificio, ni bien lo vi. 
No me importó más que cumplir con decorar ambos  departamentos  con mediano  gusto . Alquilé los departamentos y cada 6 meses cobro la renta.
Pero el placer infinito de ir al gimnasio día a día, inclusive en fiestas como Navidad, era mi lujo más placentero. Ahora escribo en pasado

Yo sufro de trastorno bipolar y mi esposo está en silla de ruedas.
Hasta la semana pasada, yo iba al gym primero y a las 10: 00 me recogían la empleada llevando a mi esposo  en silla de ruedas.
De paso, él  disfrutaba del paseíto hasta el gym y me contemplaba por las lunas sin ingresar.

El sábado entré como siempre y un portero más altanero que cualquier propietario me envió con una señal , como quien dirige el tránsito a la torre A. Me esperaba una mujercita, vestida de gorrita deportiva y buzo, y se permitió mirarme de pies a cabeza...así como antes miraban mis amigas a las empleadas , o yo misma . Me espetó una serie de normas en un tonito tal ,que solo me quedó preguntar: quien tiene más derecho ? Una propietaria   o un inquilino ? La respuesta es clara para cualquier abogado.
Se la dije y fue tan iracunda su reacción, que la reté: usted no quiere que yo venga  porque viene mi esposo en silla de ruedas , no? Para que usted me tenga miedo , le diré que sufro de trastorno bipolar y si en estos momentos le rompo la cara, yo sería inimputable por emoción violenta.
Salí rauda por la uerta principal .Supe  claramente que esa mujercita sabía que  la única manera de humillarme era por mi lado más débil, mi esposo. O  por ser yo más alta o algún complejo que el dinero fresco aún  no  ha borrado de sus genes.

Hoy renové contrato con mi inquilino y ya me inscribí por un año en un gimnasio grande y completo como siempre quise.

La mujercita estará esperando por mí , cada día, espiando mis pasos para ver si entro al gym.
Nunca más me verás, enana acomplejada y fea.
Ya me inscribí en un gymnasio muy completo cerca de mi casa.
Algo que tú por más plata que tengas no te atrevas a ingresar.

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