La enredadera se coló por las rendijas de mi ventana.
Sus ramas, púas de garfio vienen por mi.
Quieren rodear mi cuello.
Me roza los brazos.
Bajo la cama me escondo.
Menudas gotas de sangre manchan mi vestido.
No sé cuanto tiempo durará esta batalla.
Mientras, espero cuchillo en mano .
Sin miedo, cortaré de tajo las ramas de esa medusa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario