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miércoles, 19 de octubre de 2016

Arenas del desierto mío, frescas y protectoras como lechos de madre, de hetaira , donde apoyar la cabeza cuando el mundo se nos viente abajo , y no encontramos solución.
Arenas del desierto mío, lugar inmenso, solitario que da paso a la meditación
Luego de un día y una noche en el desierto, la cabeza piensa bien, las emociones se han templado el   alma ha engrandecido, y  el mundo es  en su dimensión verdadera.
Arenas del desierto mío,  desierto, arenales míos imponen su dimensión gigantesca, su grandeza entre  nuestros minúsculos asuntos.

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