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sábado, 2 de abril de 2016

La desesperanza es el cáncer del espíritu.
Ataca a aquella almas cansadas, en el momento preciso.
Yo aprendí a levantarme como un león y darle  zarpazos mortales.
Ahora acompaño tus pasos , enfrento  a esa maldita sin  discutir,
Cuando quiere volver, clavo el puñal escondido en mi corva.
 Sonrío, pateo el cadáver entre las plantas, tú no lo ves . 
 Así día por día es la lucha contra el espíritu maligno.

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