son mis senos
delicados picos
 ofrecidos a las yemas de tus dedos
 a los labios
para aliviar el ardor 
la desesperación de la sed
por calmar mi ansiedad por el roce
a desatar manantiales las aguas pluviales 
escondidas tras el pubis
y  florece
 la orquídea roja 
 esplendoroso trofeo carmesí 
secreta ofrenda
fruta exquisita
de los primeros goces
oh  son mis senos , sus alveolos
 mi  caliz encarnado   
y ya no soy más yo
angustian desesperan
mis caderas cobran  vida
entre   mis piernas vive 
palpitante como un ser hambriento
 late  crece y ordena
el cuerpo entero oscila
a su apetito a su deseo manda
húmedo obnubila 
la orquídea  
tiendo mi cuerpo sobre mí misma
una corriente eléctrica  me conmueve
me derrota soy víctima soy victimaria
tendida asoma el molusco triunfal entre un río tibio de 
aguas subterráneas
en su esplendor carmesí 
inmenso  molusco  hermoso
sediento hambriento rindo culto
  tomo la cabeza de un muchacho y de un muchacha cerca 
los beso a cada uno en los labios
horado  sus bocas sin permiso 
tomo  sus sexos con presición 
la muchacha suspira primero a mis caricias en los senos en su sexo
sus cabellos se enredan  en mi vagina y dirijo su lengua
en los secretos de mi sexo ohh jugamos rítmicas cabeza con vagina 
luego  mi vagina en su sexo y cuando ardemos cuando nuestros pechos golosos unos del otro entrampados suma  el muchacho la lengua por el orificio al sexo y creíamos que ya no habría más placer somos tres cuerpos necesitados uno del otro compactos y nos rendimos al ritmo acompasado luego vertiginoso en silencio luego al aullido y clamor de las tres voces tan disímiles y similares a la vez. ohhhh que tormentosa vagina ésta que senos jóvenes que sexo muchacho dedicamos el resto de la noches a descubrir nuevas formas de dar y recibir placer  y golosos satisfechos cuando creíamos que ya no habría más que inventar el cuerpo despertó nuevamente al apetito renovado  a una serie de sensaciones nuevas que fue imposible evitar y caer nuevamente en los brazos en los pechos de ese muchacho esa chica lamerlos con sabiduría de gata como una hambrienta y hace ya varias semanas que continuamos entregados unos a los otros en esta extraña placentera búsqueda del placer más allá de todos los sentidos conocidos.